jueves, 15 de diciembre de 2011

La reinvención de un artista postmoderno

El artista es un inventor absoluto de contenidos que solamente valen
en relación  con las formas que  los expresan.
Jorge Romero Brest




La reinvención de un artista postmoderno.
            La postmodernidad en teoría deconstruye los modelos y los paradigmas de la modernidad, en este sentido los artistas postmodernos se esfuerzan en desmitificar la obra de arte, en desproveerla de su sentido icónico, representativo, conceptual, así pues buscan quitarle a la imagen su sentido convencional, otorgándole nuevos significados los cuales  basan  la descontextualización en una especie de anarquía estética.

             Cabe apuntar que el realismo en el contexto postmoderno remite a una postura por parte del artista de enfrentar la verdad de lo representado sin obligarlo a construir registros visuales  bajo la lupa de una copia o de la imitación. El hacedor estético debe comprometerse a enfrentar una visión generalizada de la realidad.
            En el realismo postmoderno, el artista nos proporciona su visión del mundo y de su percepción, utilizando formas de la realidad tal y como todos los demás las observamos, cada cosa representada tiene su propio nombre, es el verbo hecho verdad.

            Josias enfrenta al realismo, lo asume en el escenario de la figuración, sus formas adolecen de compromisos establecidos con sus contemporáneos, se niega con aquellos modelos impuestos por la misma academia a la cual se debe su formación creadora y la cual utiliza como instrumento de responsabilidad hacia la profesionalización de su oficio.

            En su obra el hombre es el centro de un universo mítico, el mito como todos sabemos, explica el origen del hombre, su preocupación de él, es el origen, relatado a través de la obra estética. Este hombre se asume en soledad, individual, abandonado en un formato que remite al lenguaje plástico, hecho lienzo, construido en una superficie bidimensional, en ocasiones sus personajes gritan, sin embargo el guarda silencio, es la voz de su demanda estética.

            La obra de Josías implica en definitiva una postura postmoderna ante la solución de su lenguaje, quizá con matices de un realismo social o filosófico, donde su denuncia es la existencia del hombre y su decadencia, es ahí donde entendemos que su obra está concebida  bajo la primicia de la deconstrucción del mundo enmarcado a partir de una hibridación de estilos, lenguaje característico del arte de nuestros tiempos.
            Sus códigos artísticos, se encaprichan, y en ocasiones su lenguaje es figurado, otras una especie de neorrealista ilustrativo, su nomadismo de estilos justifica su búsqueda postmoderna. Cuando habla de trascender es inevitable reconocer la necesidad de rebasar las fronteras de la creación del cual está sujeto al  interior del espíritu observador, para él, rescatar al cuerpo humano le exige transformarlo en posturas inciertas, en escorzos devastadores, en contorciones dramáticas, replantea sus composiciones, exigiéndose rigurosidad geométrica oculta, a veces se revela así mismo y rompe con el espacio previsto, acuñando tomas aéreas o conformando miradas complejas para concebirlo en ángulos irreverentes y reconstruirlos dentro del marco del escenario pictórico.

            Aunque también en ocasiones el artista como una contradicción a los cánones establecidos lleva a cabo un acto temeroso y hace de un objeto cotidiano la materialización de su búsqueda conceptual interna, en este caso un juguete o una caja son el ready-made de la paráfrasis de Duchamp, su yo académico se contrapone o reafirma la búsqueda de estilos, afianza su libertad para transitar a épocas o corrientes estéticas diferentes, se acerca al onirismo del surrealismo pero rechaza sus consecuencias, de esta modo se protege y justifica su realidad postmoderna.

             Para finalizar es evidente que Josías se resiste a las direcciones marcadas por sus paralelos académicos y lograr un acto estético sobrado de inteligencia. Su obra es de un espíritu que implica a una preocupación humana y cosmogónica, existe en toda su obra una pregunta constante de la cual Paul Gauguin asume como título a una de sus obras más importantes: ¿De dónde venimos?, ¿Qué somos?, ¿Adónde vamos?

            Las respuestas a estas preguntas sólo las encontramos en la mirada del espectador, donde Josías sabe muy bien replantear, deconstruyendo el mensaje a través de la experiencia del emisor hacia el receptor, donde el lenguaje en su obra se codifican en el estilo que va madurando con su técnica y el dominio de su obra concebida.  





ADRIÁN SÁNCHEZ OROPEZA –ARTISTA PLÁSTICO
ORIZABA, VER. A 11 DE DICIEMBRE DEL 2009

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